¿Cómo puedo abordar la convivencia si debo cumplir lo que me exige el Régimen Académico? ¿Qué recursos puedo usar? Existen materiales y actividades estipuladas en el Régimen Académico que nos ayudan a prevenir la intimidación entre pares y fortalecer la convivencia, una de ellas es la Educación Sexual Integral. Muchos de los conflictos y situaciones de violencia que se viven a diario en las escuelas se relacionan con cuestiones de género y el no respeto a las diferencias. El material y lineamientos del programa de Educación Sexual Integral nos brindan actividades y grandes aportes para fortalecer la convivencia y prevenir las situaciones de intimidación. Tanto los niños como las niñas sufren las consecuencias de los estereotipos culturales y sexistas, que conlleva desigualdad y discriminación en los distintos ámbitos de la vida. El papel de la escuela se vuelve fundamental. Trabajar desde la Educación Sexual Integral, con una mirada que contemple y respete la diversidad, es uno de los pilares centrales a la hora de trabajar en la prevención de las situaciones de intimidación en los espacios educativos. En las instituciones educativas, la Educación Sexual Integral constituye un espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que comprende contenidos de distintas áreas curriculares, adecuados a las edades de niños y niñas. Estos contenidos incluyen el desarrollo de saberes y habilidades para el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el fomento de valores y actitudes relacionados con el amor, la solidaridad, el respeto por la vida y la integridad de las personas; y el ejercicio de los derechos relacionados con la sexualidad. De este modo, se pretende propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación, así como ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño o niña desarrolla plenamente su subjetividad, reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos y responsabilidades de los y las demás. Al hablar de diversidad reconocemos que cada una de las personas de nuestra sociedad, y por lo tanto de nuestra escuela, tienen características individuales, familiares, culturales y sociales diferentes. Estas diferencias se manifiestan en cómo percibimos el mundo, cómo nos percibimos a nosotros mismos y a los y las demás, en cómo nos relacionamos y qué valoramos de lo que nos rodea. Estas diferencias son parte de nuestra sociedad pero muchas veces se transforman en desigualdades y son objeto de discriminación. En el marco de la Educación Sexual Integral, las formas en que se manifiesta la diversidad están relacionadas con modos de vida, configuraciones familiares, prácticas de crianza o socialización, orientaciones sexuales, modelos de ser varón y de ser mujer aprendidos en la historia personal y social. El reconocimiento de la diversidad implica promover el rechazo por todas las formas de discriminación y ayuda a la construcción de vínculos basados en el respeto que fortalecen la convivencia- La escuela debe abordar los estereotipos de diferentes maneras, siendo conscientes de que la institución escolar también los reproduce, en los usos de los espacios y en los discursos que circulan allí. ¿De qué manera podemos trabajar, desde la escuela, para contribuir a fomentar relaciones igualitarias entre chicos y chicas? ¿Cómo desnaturalizamos conceptos y actitudes para construir espacios educativos basados en el respeto a las diversidades? En primer lugar es necesario un clima propicio para el aprendizaje, donde todos y todas puedan expresarse, donde la palabra circule en el grupo y haya una escucha atenta y respetuosa. Así podremos lograr aprendizajes con otros, en un espacio común, con reglas construidas colectivamente. Es muy importante estar muy atentos a lo que sucede, no ignorar situaciones de conflicto interpersonales o grupales, abrir los espacios de reflexión para poder tratar estas situaciones conflictivas a través del diálogo. Del mismo modo, es fundamental trabajar en el reconocimiento, la expresión y la valoración de los sentimientos. Trabajar las emociones en la escuela se vuelve muy importante ya que allí se despliegan todo tipo de vínculos e interacciones. Muchas de las situaciones que se dan a diario en las aulas se relacionan con cuestiones de género, de la identidad y discriminación. Decidir si la Educación Sexual Integral debe ser abordada desde una perspectiva transversal o como un espacio curricular específico, requiere considerar, entre otros factores, la etapa de desarrollo de los niños y niñas, sus necesidades, intereses y derechos, el nivel educativo y la formación y capacitación de los docentes para desarrollar esta tarea. La transversalidad y la existencia de un espacio curricular específico no constituyen alternativas excluyentes. Ambas pueden coexistir en cada establecimiento y en la educación primaria y secundaria. Es importante tratar estos temas de modo interdisciplinario y permanente. Que toda la comunidad educativa se comprometa en ello nos ayudará a formar niños y niñas mas libres, con posibilidades de elegir sin miedos y sin discriminación, para caminar juntos hacia una sociedad más igualitaria. Fuente: http://www.me.gov.ar/me_prog/esi/doc/esi_primaria.pdf
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Octubre 2016
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